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La Historia o el Arte, siempre han pecado de Oficialidad y Ortodoxia, sobre todo en el plano de la enseñanza, una Historia Oficial que muchas veces no nos han dejado ver que hay detrás de un edificio, de unas ruinas o de unos lugares, cuyo trasfondo van más allá de lo que diga el «Historiador de turno», donde sus raíces se hunden en la sabiduría popular, mal llamada en bastantes ocasiones «Leyendas» o «cuentos», que en gran parte de las veces guarda los verdaderos orígenes, cuyos transmisores son los propios pobladores del lugar, gente que guarda en su memoria y trasmite de manera oral dichas Historias que desgraciadamente algún día se perderán si nadie las recoge por escrito. Esta Historia, denominada «Heterodoxa» y la mayor parte de las veces despreciada por la «Historia Oficial», nos ha ayudado a ver mas allá de lo que nos cuentan o enseñan, y a crearnos nuestra propia opinión sobre lo que vemos, es decir, poder ver lo «Invisible».

Esta es la finalidad de este excelente Libro de mi buen amigo «Antonio Martín Asperilla«, con el cual he tenido la suerte de realizar innumerables Rutas por la España Mágica, por lugares espectaculares y desconocidos, entre ellos parte de los que aparecen en este gran Libro, el cual recomiendo encarecidamente.

 

El Autor.

Antonio Martín Asperilla (Toledo, 1979), Diplomado en Terapia Ocupacional por la UCLM, apasionado tanto de su Profesión como de todo aquellos relacionado con el Misterio y la Heterodoxia. Ha recorrido Europa y España buscando los lugares y los protagonistas de todo aquellos que suponga un desafío a nuestra racionalidad o que contravenga a aquello que la «oficialidad» nos ha enseñado.

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Influenciado por el gran Juan G. Atienza y el mítico Fernando Jimenez del Oso, se define como de tendencia ecléctica y Heterodoxa convencida.

Contacto:

https://www.facebook.com/antonio.martinasperilla

antonionoez@yahoo.es

https://www.facebook.com/LaMesaDeOcanaGuiaMagica

 

El Libro

Este Libro que propone una serie de rutas y visitas imprescindibles para conocer esta increíble comarca. Descripción de la geografía mágica e histórica de estas tierras. Santos Milagrosos, Inquisidores, Conquistadores, Brujas, Rezadoras, personajes heterodoxos y gentes de a pie han convivido en esta dura Comarca desde tiempos inmemoriales. Cuevas, parajes sagrados, ermitas, sinagogas subterráneas, antiguas ruinas, lugares de culto solapados y prohibidos, necrópolis olvidadas y pueblos abandonados han sido testigos de este devenir histórico.

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Cueva de la Hiedra (Villarrubia de Santiago, Toledo), lugar mágico de la Mesa de Ocaña por antonomasia.

Una aproximación a la Mesa de Ocaña.

La Mesa de Ocaña  se encuentra situada al Nordeste de la provincia de Toledo, es una de las comarcas mas desconocidas y cautivadoras de Castilla, jalonada de multitud de Patrimonio Desconocido, incluso para sus propios pobladores.

Se extiende a lo largo de una limitada pero alta planicie, que a modo de «mesa» o páramo, resalta a más de cien metros sobre el valle del Tajo, enlazando por el Sur y por el Este con el resto de la llanura manchega.

Esta comarca presenta un rico patrimonio cultural y arquitectónico. Sin olvidar sus importantes yacimientos arqueológicos de diferentes culturas y épocas a lo largo de los siglos. Yacimientos como el poblado amurallado de la edad del Hierro «Plaza de Moros» en Villatobas, «Las esperillas» en Sta. Cruz de la Zarza, etc. Ocaña, la bella en lontananza, convertida a causa de su historia en conjunto monumental. Yepes señorío eclesiástico durante siglos del arzobispado de Toledo, declarado conjunto histórico-artístico con su Iglesia conocida como la Catedral de la Mancha

Si por algo se caracterizan los pueblos que configuran la llamada Mesa de Ocaña es por dos elementos comunes a todos ellos: los restos de fortalezas medievales, arquitectura militar que recuerda su intenso pasado histórico, y sus iglesias y ermitas, procedentes de las órdenes militares y de los señoríos eclesiásticos. Así, representan la arquitectura defensiva el castillo de Oreja en Ontígola, el castillo de Monreal en Dosbarrios, los restos del castillo de Huerta de Valdecarábanos, el castillo y la fortaleza de la Guardia. Por su parte, las iglesias parroquiales recortan su perfil destacándose en la llanura, como la de Cabañas de Yepes y Ciruelos, ambas del siglo XVI, las de Noblejas y Villamuelas, de estillo barroco, la de Villarrubia de Santiago, estilo herreriano, Villatobas, gótico y Villasequilla, con torre mudéjar.

tapa

 

Donde encontrar el Libro.

A la espera de la confirmación de las Librerías, se puede conseguir contactando con el propio Autor, la Editora o con este Blog: Su precio es de 20€.

antonionoez@yahoo.es

Móvil: 616769064

Ediciones Marañon

O contactando conmigo en este mismo Blog. otraiberia@gmail.com

 

12 Comentarios

  1. Existe un error muy común entre los «estudiosos» de los temas históricos que se basan en la tradicion oral y es tender a inclinar dicha información hacia sus motivaciones, inquietudes y la forma tan «sui generis» de interpretar la historia. Si bien es cierto que cierta información no estaría disponible sin el testimonio de las personas que han vivido o han recibido ese legado oral tambien es cierto que éste se ve «deformado» y «subjetivado», el resultado final es que pierde casi todo el grado de fiabilidad y fidelidad histórica, sin ir más lejos las sagradas escrituras requieren de un tamiz interpretativo para obviar los elementos «personales» y «culturales» y quedarnos con el contenido más objetivo que nos ayuda a tener una visión lo más fiable posible. Nada más loable y laborioso para un investigador que prescindir de sus apetencias ideológicas y perspectivas personales a la hora de interpretar ciertos acontecimientos y dar a todo lo investigado un matiz lo más fiable posible…..si no fuera así aun viviríamos en «tiempos de brujeria», alquimia, astrología y nos perseguiría la Santa Inquisición.

    Que conste que yo soy un amante incondicional de la «otra historia» pero, sinceramente, si queremos que algún dia esta derivación del arbol de la investigación histórica tenga una entidad suficiente como para competir con los «historiadores de turno» tenemos que poner un esfuerzo mayusculo en separar el polvo y la paja de todo este alud de «tradiciones orales».

    • Estoy de acuerdo contigo Javier, siempre a la hora de investigar o reinterpretar la historia como el arte tendemos a seguir nuestra propia ideologia, pasando por alto la objetividad de los hechos historicos o artisticos. Esta tendencia esta muy de moda, el ver algo mas alla, lo que se llama historia o arte oculto (conspiraciones, simbologia oculta o magica etc..), el triunfo de esto es que el publico general esta hastiado de la historia o arte que han leido o estudiado, generalmente lineal y demasiado academico, y por ello buscan un «algo mas», de ahi la proliferacion de libros de «historia-arte oculto, alternativo o magico», que en muchas ocaciones nos ayudan a ver mas alla de lo que tenemos delante de «nuestras narices».

      • Habría que poner mas empeño en competir seriamente con los historiadores lineales y demasiado académicos….sino siempre tendremos la guerra perdida….la ilusión de todo investigador es que aquello que descubre tenga categoría de verdad y no te desmonten tu trabajo fácilmente con argumentos más arraigados y vestidos de verdad absoluta. Realmente se lo ponemos muy, muy fácil.

        • Como bien dices, las verdades absolutas no existen. Muchos «pseudohistoriadores» se amparan en grupos de estudio o asociaciones supuestamente históricas, a las que intentan poner como herederas de otras de epoca medieval (todo un poco delirante), otros se dedican a dar a la Historia un halo magico y sobrenatural, muy cercano a las tesis de «freaker jimenez», la cual luego venden a turistas y aficionados a ese mundillo, lucrándose (y hacen bien si hay demanda), sin ningún rigor histórico, pero con mucho sensacionalismo (yo los denomino el «Salvamé historico». Para todos ellos su verdad es universal e irrebatible, por mucho que alguien llegue y les demuestre empiricamente que están equivocados.
          En mi caso en este blog expongo lo que he investigado o me han informado, nada mas, un historiador o investigador debe estar abierto al debate, a la discusión, a equivocarse «cien veces» y a que le aporten datos nuevos; en ese caso soy positivo, ya que los muchos de los nuevos investigadores e historiadores jóvenes llevan esa lección aprendida. La solución, ponérselo un poco mas dificil a estos Historiadores lineales y académicos, muchas veces solo simples «eruditos».

          Muchas gracias una vez mas por tus interesantes reflexiones.

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