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Convento y Panteón de los Marqueses de Moya (Carboneras de Guadazaón, Cuenca).

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En la Carretera que une Cuenca con Teruel, a su paso por la localidad Conquense de Carboneras de Guadazaón, nos llama la atención un templo que queda a pie de carretera a mano derecha. La parada es ineludible, y mas al ver la puerta del mismo abierta, y en un visible estado de restauración. Nada mas entrar tenemos la inmensa suerte de encontrarnos con una Señora, Maria Isabel, que resulta ser la Alcaldesa del pueblo y que nos abre la puerta amablemente y nos muestra con orgullo esta bella Iglesia, que en realidad resulta ser un gran Panteón perteneciente a los antiguos Marqueses de Moya, y que tras caer en la ruina y el abandono, esta siendo restaurado y adecentado por la gente de Carboneras, que no quiere ver desaparecer este fantástico monumento y que con aportaciones personales y planes provinciales de restauración, va recuperando parte de su esplendor perdido.

Una vez más el Asociacionismo y las iniciativas ciudadanas hacen la función que no realizan las administraciones por incompetencia y/o desidia. Un aplauso para ellos.

¿Como llegar al Panteón de los Marqueses de Moya?

Es muy fácil localizar el Panteón, que se encuentra junto a la Carretera N-420 Cuenca-Teruel. Aconsejo contactar con el Ayuntamiento para preguntar horarios de apertura, o si alguien puede facilitarnos el acceso al mismo.

Teléfono Ayuntamiento: 969 34 10 09

Los Marqueses de Moya, los grandes olvidados del Descubrimiento.

Los hoy olvidados Marqueses de Moya, son personajes claves para la historia contemporánea de España. Tuvieron importancia capital en la Reconquista y también en el descubrimiento de América.

**Escudo de Armas de los Cabrera-Bobadilla**

A estos personajes, Andrés Cabrera y Beatriz de Bobadilla, que además fué camarera de Isabel la Católica. La corona de Castilla debe mucho. Gracias a las influencias del primero se concretó el primer viaje de Cristóbal Colón ante Isabel de Castilla. Por sus múltiples e importantes servicios fueron ennoblecidos ambos con Marquesado de Moya y Señorío de dicha villa de la región de Cuenca.

*Andrés Cabrera y Beatriz de Bobadilla, Marqueses de Moya*

Lugar donde se encontraban los sepulcros de los Marqueses de Moya

El Panteón

El Panteón de los Marqueses de Moya, es la antigua iglesia del convento de Santa Cruz, construido en 1500 por la orden de los Dominicos, y único resto que queda del mismo. Formó parte de un convento de Padres Dominicos y Estudio General de Teología y Filosofía tomistas.

Ha sido restaurado en estos últimos años y se ha intentado recuperar parte de sus esplendor, ya que se encontraba en un estado ruinoso y de abandono, que se ha visto paliado por la acción de los habitantes de Carboneras, que se han puesto manos a la obra para recuperar esta joya arquitectónica.

En en el siglo XVI, por los Marqueses lo ceden a los Dominicos y en su iglesia es depositada la Hijuela de los Santos Corporales de Daroca, y los restos de dichos señores, por lo cual se convirtió en Iglesia Panteón de los Marqueses de Moya. Aun se conserva el documento original de Donación de los Marqueses a los Dominicos, que dice:

‘Otorgamos e conosçemos que por razón que nosotros auemos mandado hacer e hedificar a seruiçio de Dios Nuestro Señor e honrra e ensalçamiento de su culto diuino un monesterio endereçado a la horden del bien auenturado Santo Domingo, e de su deuota religión, que se llama el monesterio de la aduocaçión de Sancta Crus, en el nuestro lugar de Carboneras, que es en el término e jurediçión de la nuestra villa de Moya’.

Durante las guerras carlistas sufrió importantes daños. Del antiguo convento e iglesia, hoy sólo se conserva en pie está última.

La Iglesia

Del antiguo convento Dominico e iglesia-Panteón, hoy sólo se conserva en pie está última, que al parecer fue levantada sobre los restos de un antiguo Castillo junto al cerro donde se encuentra la localidad de Carboneras.

La iglesia es de cruz latina, de una sola nave y ábside plano, con bóvedas de crucería gótica del primer tercio del siglo XVI. El interior tiene un cierto toque oriental debido a la gran cantidad de detalles que lo adornan, como: las columnas de sujeción del altar, la pila bautismal del siglo XIII, el coro y el techo de madera artesonada y diversas figuras pintadas en el ábside.

A finales del siglo XX se conservaba la bóveda de crucería primitiva con sus nervaduras sin retoques ni alteraciones. El resto de la nave fue reformada en el siglo XVIII por Martín de Aldehuela, recubriéndose las paredes, artesonados y pilastras con yesos, según su estilo y época, resultando un estucado de notable belleza. También se conserva la tumba de sus fundadores.

Destacar que las impresionantes tablas que adornaban el interior, obra de Juan de Borgoña, se llevaron al Museo Diocesano de Cuenca.

El exterior, con paramentos lisos de mampostería, posee una magnífica portada gótico isabelina abocinada, compuesta por arco de medio punto y dos puertas de entrada con arcos carpaneles y parteluz.

Fue declarado monumento histórico artístico de carácter nacional el 6 de marzo de 1981, mediante un real decreto publicado el 15 de junio de ese mismo año en el Boletín Oficial del Estado.